El valor del agradecimiento, ¿cómo influye en nuestra vida diaria?
El valor del agradecimiento es, para mí, una de las virtudes más importantes en la conducta humana por muchas razones. No sólo porque te ayuda a tener una actitud positiva en el día a día de tu vida sino porque también influye, de forma directa, en otras habilidades de liderazgo que valoran una gran parte de las personas que te rodean.
Puedes poner en práctica este valor entre tus amigos, la familia, compañeros de trabajo, en tu visita a algún sitio, en los negocios, etc. En cualquier lugar o circunstancia se puede ser agradecido.
Pero, ¿por qué es tan importante el valor del agradecimiento? ¿cómo puede influir en nuestra vida y en nuestro entorno de trabajo?. Pues si quieres saber todo esto, te invito a que sigas leyendo este post…
¿Cómo se va asentado el valor del agradecimiento a lo largo de nuestra vida?
Aún recuerdo que en mi infancia, mis padres me inculcaron diferentes valores que han ido calando a lo largo de mi vida, ya sea en la faceta personal como profesional. Entre todos ellos está el valor del agradecimiento.
No sé si os ha pasado que, cuando eráis niños, una de las primeras palabras que aprendisteis, entre otras, era decir “no”. Pero que pocas veces se decía gracias, porque era una condición que se tardaba en asentar en nuestra personalidad.
En numerosas ocasiones, todo lo que hacían nuestros padres, familiares o amigos lo solían hacer con afecto y de forma incondicional. Pero solíamos pensar que era una obligación o un derecho adquirido. En la infancia no nos damos cuenta del “esfuerzo” que, generalmente, hacen nuestros seres queridos por darnos lo mejor; alimentación, cuidados, educación, regalos, etc. Nos lo ofrecían de manera generosa y desinteresada pero, ¿cuántas veces se les dio las gracias de manera espontánea?
Ya, una vez somos adultos se observa que, en muchas ocasiones, suele pasar lo mismo. En algunas circunstancias se da por hecho que los familiares, amistades o compañeros de trabajo tienen que hacer las cosas por “obligación” o porque les gusta agradarnos.
La profesionalidad hay que reconocerla con agradecimiento
Por ejemplo, a nivel profesional, alguna vez me han dicho que porqué daba las gracias a mis compañeros, cuando colaboraban en un proyecto de mi área o por cualquier otro tipo de cuestión laboral, si era su trabajo, su obligación.
Y sí, puede que sea una de sus responsabilidades laborales pero en ello ponían su mayor esmero, esfuerzo y profesionalidad. Sin ello, posiblemente no hubiera implantado tan rápido proyectos o iniciativas o, incluso, me hubiera costado en mayor medida alcanzar mis objetivos. Con el agradecimiento no sólo pretendo valorar su dedicación, generosidad y compañerismo sino también que sea una forma de motivarles.
Por ello, me da la sensación que el ser agradecido ha perdido fuerza en este mundo tan competitivo. Nos creemos merecedores de lo que recibimos por mero derecho, sin tener en consideración que la gratitud es un valor fundamental, que refleja la madurez, lucidez, comprensión y, por qué no decirlo, afecto a las personas.
¿Cómo enfocar la gratitud?
Sin embargo, este valor del agradecimiento no sólo debe enfocarse como una forma de reconocer y apreciar lo que otros hacen por nosotros en diferentes momentos sino también como una actitud positiva frente a las variadas facetas de la vida.
Así, por ejemplo, en el contexto actual, en el que los ciudadanos llevan un ritmo de vida frenético, se fomenta la competitividad, se pasan rachas malas por diversos motivos, etc. Todo ésto puede llegar a afectar negativamente al estado de ánimo.
Por consiguiente, es necesario que nos sentemos unos minutos a reflexionar, a pensar, sobre lo mucho (o incluso poco) que tenemos (una techo donde cobijarnos, salud en mayor o menor medida, una familia y/o amigos, alimentos, un trabajo, …) y expresar gratitud por ello.
En este caso, no sólo se trata de dar gracias como una acción o muestra recibida, sino de estar agradecidos como parte de un estado emocional vinculado a nuestras cualidades más humanas.
Por lo tanto, hay muchos motivos para decir… ¡gracias!
Así pues, esta gratitud no sería posible, o al menos nos costaría más, sino tuviésemos una actitud de positivismo, optimismo y amabilidad.
Entonces, ¿qué es el agradecimiento?
Definición
Según la R.A.E., el término agradecimiento es la acción y el efecto de agradecer. Es decir, de sentir y mostrar gratitud. Este último concepto es un sentimiento que experimenta una persona al estimar un beneficio o favor que alguien nos ha hecho o ha querido hacer; y a corresponder a éste de alguna manera.
Saber apreciar las pequeñas cosas que nos ofrece la vida
Por un lado, el valor del agradecimiento podría considerarse como un estado emocional positivo que se experimenta cuando recibes algo de forma desinteresada.
Y no sólo me refiero a las cosas o hechos tangibles sino también a esas cosas sencillas o intangibles como pueden ser, por ejemplo;
- sentirse afortunado por poder dar un paseo por la mañana,
- apreciar una puesta de sol desde cualquier lugar,
- poder llegar a la cima de una montaña,
- celebrar cumpleaños o aniversarios con seres queridos,
- el simple hecho de estar vivas, al margen de lo que les sucede,
- etc.
Así pues, hay que saber apreciar las pequeñas, o grandes cosas, que forman parte de nuestra vida. Situaciones, actividades o hechos que la mayoría de las veces las damos por sentadas y que no somos plenamente conscientes de su importancia hasta que nos faltan.
Reconocimiento a los demás
Pero, además, el ser agradecido también se basa en reconocer que los demás han hecho algo por nosotros. O igualmente es una manera espontánea de valorar el esfuerzo que hacían nuestros seres queridos cuando nos ofrecen su ayuda, de manera generosa y desinteresada.
Por lo tanto, este reconocimiento es una forma de tomar consciencia por haber recibido algo especial de alguien, que no necesariamente se trate de un bien material. Puede ser un gesto, una palabra, una oportunidad, un momento o algún esfuerzo, apreciando su valor y significado.
Resumiendo, el agradecimiento se puede considerar como:
- La forma de hacer y actuar relacionada con un sentimiento o una actitud positiva interior ante la vida.
- Una actitud de reconocimiento por algo que se ha recibido, un beneficio, un gesto o un favor.
- Una reflexión sobre lo que tenemos y valorar positivamente el mínimo detalle, ya sea material o inmaterial.
- Una emoción positiva estudiada por la psicología tradicional, que expresa aprecio a otra persona de quien se recibió ayuda.
¿Qué motivos hay para ser agradecido?
Hay muchos motivos por los que se tiene que ser agradecido, ya sea en el terreno personal como profesional. Así, los principales motivos para poner en práctica esta actitud serían…
A nivel personal
A nivel personal, pensar y actuar con gratitud nos ayuda a mejorar diferentes aspectos positivos de la vida como pueden ser:
- Contribuye a disminuir los niveles de depresión, ansiedad, envidia y estrés relacionados con el trabajo o con otras vertientes de la vida personal. La gratitud nos ayuda a afrontar mejor estos estados.
- Aumenta nuestro bienestar, haciendo que nos sintamos mejor, más felices y satisfechos. Las personas agradecidas se centran principalmente en lo bueno que tienen y con todo aquello que les rodea. De esta forma se refuerza nuestra autoestima y se minimizan los efectos de otras emociones negativas, como son la ansiedad, el estrés, etc.
- Permite hacer la vida agradable a los demás. Aumenta la satisfacción de aquel que la recibe, al igual que la vitalidad, la esperanza y el optimismo.
- Pensar con gratitud nos ayuda a descubrir los aspectos positivos de la vida.
- Se reconoce lo bueno que otros hacen por nosotros en el día a día. Y se valora y se demuestra respeto a lo que los demás hacen por nosotros, independientemente de cuál sea la motivación para hacerlo.
- Contribuye a crear nuevos vínculos sociales y a fortalecer las relaciones personales con otras personas ya que se favorece que se cree un compromiso de confianza y reciprocidad con ellos. Con ello, tendemos a desarrollar mayor simpatía, empatía y agrado hacia las personas agradecidas.
- Dar un “gracias” a tiempo, aparte de ser un detalle mínimo de educación, puede llegar a ser una cuestión de justicia y de reconocimiento al trabajo o al cariño de otras gentes hacia nosotros.
A nivel organizacional
A nivel organizacional, el valor del agradecimiento forma parte de un factor de éxito y de liderazgo aunque, en ocasiones, su importancia pase desapercibida. Así, en algunas empresas, se puede observar que los empleados sienten que su esfuerzo realizado en el trabajo no es ni valorado, ni reconocido.
Y no sólo me refiero al aspecto de la remuneración monetaria, que muchas veces se piensa que es la mejor recompensa a un trabajo bien hecho, sino a otros estímulos más “humanos”. Algunos de ellos podrían ser una palabra de aliento, un reconocimiento ante sus compañeros, recompensas sociales o, simplemente, una sincera muestra de gratitud. Estos últimos aspectos podrían resultar igual de atractivos o satisfactorios que un incremento salarial.
Y me atrevo a decir esto último, porque si bien una compensación económica puede motivarles inicialmente, si los empleados sienten que su trabajo no es valorado , este aliciente va perdiendo fuerza. Poco a poco, si no se reciben estos reconocimientos o o recompensas intangibles, tenderán a desmotivarse, perderán el sentido de la permanencia y, por lo tanto, disminuirá su productividad.
Los beneficios del valor de agradecimiento dentro de las organizaciones
Es por ello que, si el valor del agradecimiento se fomenta dentro de la empresa, puede generar una gran cantidad de beneficios como son, entre otros:
- Mejora el clima laboral. Un ambiente donde circula el agradecimiento y el reconocimiento es sano, en contraste a uno donde solamente se perciben rumores y quejas, lo cual resulta altamente tóxico.
- Humaniza a las empresas y/o organizaciones. Potencia su reputación, al ser conocida como una institución que considera y valoriza el esfuerzo de su gente.
- Fomenta la motivación y/o la comunicación. Mejora los canales de comunicación y sirve como elemento motivador. Esto a su vez, y entre otros aspectos, contribuye a trabajar mejor en equipo.
- Ayuda a crear vínculos sanos entre los integrantes de los empleados pero, de igual manera, lo hace con clientes y proveedores. Esta gratitud puede tener un “efecto bumerán”, ya que lo que se da se recibe nuevamente.
- Es una competencia humana transversal que afecta a diferentes habilidades del liderazgo como son; motivación, empatía, respeto, confianza, etc.
- Agrega un significado adicional a los procesos, que mejoran su eficacia y eficiencia.
- Es una estupenda técnica de fidelización, tanto para clientes internos como externos. Cada vez que damos las gracias, los clientes se sienten más comprometidos y quedan invitados a volver a probar nuestro producto o a repetir un «favor».
- Permite fomentar las buenas relaciones con todos los Grupos de Interés, con una mentalidad de honestidad y cercanía. Ésta actitud ayudará a mantener o desarrollar la reputación de la empresa.
- Etc.
La gratitud como elemento de la cultura organizativa
Por lo tanto, sería muy importante que las empresas integren la gratitud como un elemento más de su cultura organizativa. Dicho valor sería como una competencia transversal que ayudaría al desarrollo de otros «soft skills» y que tendrían que poner en práctica sus empleados, en el día a día.
Con todo lo señalado, estoy convencido que mejoraría la orientación al cliente, la imagen corporativa, la productividad y, en último término, los resultados de la empresa.
¿Cómo poner en práctica el valor del agradecimiento?
Hasta ahora he descrito por qué es importante el valor del agradecimiento, tanto en la vida personal como en la faceta profesional. Además, hemos visto algunos de los beneficios que ofrece ser agradecido.
Pero, ¿cuáles son los requisitos para ser agradecidos? ¿cómo se pone en práctica este valor? ¿qué maneras hay para demostrarlo?
Todo ello lo veremos en los siguientes puntos del post.
Requisitos necesarios para ser agradecido
Para poder poner en práctica la actitud del agradecimiento es necesario cumplir con una serie de condicionantes previos que requieren de una predisposición mental y apertura emocional de las personas.
Al tratarse de un sentimiento que emana de una actitud positiva, sería complicado despertar dicha sensación si el individuo está malhumorado o pesimista constantemente.
De esta forma, si a las personas se les ha inculcado el hábito de la gratitud desde pequeños, entonces, sería más fácil cumplir estos requisitos. Sin embargo, esta actitud se puede desarrollar en cualquier momento. Como otras habilidades o skills, si se va practicando, con el tiempo llegará a formar parte de la personalidad del individuo. Y, con ello, lo podrá aplicar tanto desde el punto de vista personal como en el ámbito laboral.
Entonces vamos a ver que requisitos son necesarios para ser agradecidos.
Requisitos para aplicar el valor del agradecimiento
Por todo lo visto anteriormente, se puede decir que los requisitos para ser agradecido serían:
- Haber recibido una educación basada en la generosidad.
- Ser una persona sencilla y “humilde”. Tratar de no ser ni pedantes, ni altaneros, ni soberbios.
- Tener una actitud positiva ante la vida y ante los contratiempos.
- Ser comprensivo y flexible, para ti mismo y para con los demás.
- Apreciar las facetas positivas de la vida, de la felicidad y la bondad que se den en los sucesos, las personas y las cosas que nos rodean, y que se nos proporcionan porque sí.
- No dar por sentado que todos están a nuestra disposición, ni que es su obligación o que todas las cosas nos tienen que salir bien.
- Respetar el esfuerzo que realizan las otras personas a la hora de colaborar contigo o que desean dar muestras de generosidad.
- Vivir en armonía con uno mismo y con tus propias convicciones.
- Tener predisposición para desarrollar esta actitud.
Si no se tienen todos estos requisitos, habría que practicar cada uno de los puntos enunciados anteriormente. Una vez cumplas una buena parte, o todos estos condicionantes, da por seguro que te será más fácil poner en práctica este gran valor.
Pero, ¿cómo se pone en práctica el valor del agradecimiento?
Poner en práctica el valor del agradecimiento no es tarea fácil.
Primero es una cuestión de educación que se nos ha inculcado desde la infancia. Pero, además, se han de dar los requisitos previos y necesarios, descritos en el punto anterior.
Es cierto que en una sociedad tan competitiva, tan centrada en los valores materiales, en el “yo soy lo más importante” hacen que estas características se asienten entre nosotros y se haga difícil practicar este valor.
Pero, a pesar de estos requisitos a cumplir y/o “obstáculos” a superar, el valor de agradecimiento se puede desarrollar con la práctica.
Maneras para poner en práctica el valor del agradecimiento
A continuación veremos algunas maneras de poner en práctica este valor.
Dejar atrás las actitudes inmaduras
En primer lugar, si aún no se practica este valor, se ha de dar un giro radical en las actitudes típicas de la inmadurez de un niño caprichoso, que nunca está contento con lo que tiene.
Valora todo aquello bueno que tienes en el momento actual
Se ha de a valorar y reconocer todo aquello bueno que se tiene en cada momento de la vida y en las diferentes circunstancias.
No sólo miremos a nuestro interior, a todos los problemas que nos surgen o a las pequeñas incidencias que nos ocurren en el “día a día”. Hemos tener una visión hacia el exterior, a lo que también les ocurre a los demás. Nos daremos cuenta de todas las cosas buenas que tenemos, a pesar de todas las posibles adversidades.
El secreto está en apreciar y agradecer las pequeñas cosas cotidianas que se nos brinda y que nos dan esa pizca de felicidad que, aparentemente, parece intrascendente.
¿Te has planteado alguna vez cuantas personas se encuentran en peor situación que tú? Sé consciente de ello, analiza y valora lo afortunado que puedes ser. Seguro que, después de reflexionar, estarás más agradecido de la posición en la que te encuentras y te des cuenta que, en el fondo, no tienes tan «mala suerte». ¡Disfruta y valora de todo aquello que tienes la suerte de tener!
Reflexiona sobre todas las cosas malas que no te suceden
En línea con el punto anterior, cuantas veces nos ocurre un pequeño percance, una situación inesperada que descabala nuestros planes o proyectos que no puedes cerrar a tiempo.
¿Te has parado a pensar cuantas veces podrían haber sido peor?. Es importante darse cuenta de ello y estar agradecido de que el problema o la incidencia no haya sido mayor. Es fundamental reeducarnos para aprender a pensar en positivo y ver todo lo bueno que vivimos cada día.
Rodéate de personas con una actitud positiva y agradecida
Las actitudes negativas y pesimistas se contagian rápidamente. Por eso es importante que aquellos que nos acompañen en la vida, mayoritariamente, tengan una visión optimista.
Al hacerlo, también estamos beneficiando a quienes nos rodean.
Da, sin esperar nada a cambio
Hacerle un favor a alguien, sin esperar nada a cambio y simplemente por el hecho de ayudar o crear felicidad, es una acción muy placentera para nuestra consciencia.
Ser agradecido por tener la oportunidad de ayudar, de recompensar, de mostrar afecto o de hacer sonreír a los demás es una práctica muy poderosa y transformadora, que nos aporta plenitud y fomenta el liderazgo.
Agradece sinceramente
Sin duda, la mejor forma de mostrar agradecimiento es siendo sincero. La autenticidad es clave para que el mensaje tenga sentido y cale realmente en la otra persona.
No importa que sea a través de medios más “formales” o dentro de un contexto muy personal. Lo importante es que se transmita la veracidad o sinceridad del agradecimiento. Tengamos siempre presente que las acciones sinceras son las auténticas, las valederas.
Hazlo un hábito pero exprésalo realmente cuando se merezca
Decir “gracias” a cada momento no nos hace personas agradecidas sino autómatas. Por ello, hay que utilizar la gratificación como una acción y un sentimiento real.
No agradezcas por cualquier cosa o acción sino cuando consideres que realmente, la otra persona, merece tu reconocimiento y/o recompensa.
Considera la importancia de cada persona y/o trabajador
Algo fundamental para los valores de una empresa, es considerar a todos los empleados como personas por igual. Es decir, no dejar a un lado al personal que, en «teoría», tienen un cargo de menor nivel.
Hay que saber agradecer el esfuerzo de cada uno por igual y entender que todos ellos cumplen una función que permite que la organización avance.
Pero igualmente ha de suceder con trabajadores outsourcing, freelance, partners o proveedores. Todos ellos realizan un aporte que, si es bien ejecutado, debe agradecerse.
Practica la honestidad y la transparencia
Para mostrar gratitud a tus clientes, primero debes practicar la honestidad.
Ser transparente como empresa, especialmente en estos tiempos, es esencial porque la verdad siempre encuentra una salida. Si no puedes cumplir con sus expectativas, infórmales. Ser sincero te ahorra tiempo y dinero, y te lo agradecerán.
En definitiva, aprende a ser agradecido… ¡practicándolo!
Todo puede ser aprendido y la capacidad de experimentar el agradecimiento es una parte de tu carácter que siempre podrá mejorarse, como muchas otras cosas, si lo practicas.
¿Qué maneras hay para demostrar el valor del agradecimiento?
Una vez que hemos visto los requisitos para ser agradecido y cómo practicarlo en el día a día, paso a enumerar algunas maneras para demostrar el valor del agradecimiento.
Este agradecimiento se puede expresar de muchas maneras. Con una sonrisa, con un apretón de manos en el ámbito profesional, un abrazo cálido o un beso afectuoso en el aspecto más personal. Pero también con una llamada telefónica, enviando un whatsapp o un email, con una simple declaración oral de agradecimiento o con una nota mostrando aprecio por su apoyo. Incluso, porqué no, obsequiándole con un detalle, otorgándole algún premio o reconociéndole su profesionalidad mediante diferentes fórmulas o acciones de motivación.
Así pues, hay muchísimas formas de expresar gratitud, ya sea en el plano personal como en el terreno profesional. A continuación indico algunos ejemplos.
En la vida personal
- Dedica unos minutos al día a realizar una mini-sesión para dar las gracias, a quien o a lo que sea que estés agradecido. Incluso, puedes hacer una lista de todas las cosas por las que estás agradecido.
- Decir gracias todos los días, de forma sincera, a aquellas personas que hacen algo bueno por ti, por “pequeño” que sea.
- Escribe notas de agradecimiento, en cualquier formato o medio (papel, e-mail, Whatsapp, etc.), por una cosa o acción específica que una persona haya hecho por ti.
- Da las gracias cuando alguien te elogia, aunque te abrume o pienses que no lo merezcas. Cuando alguien te elogie, de forma respetuosa y auténtica, muéstrale gratitud, en lugar de enfadarte o rechazarlo.
- Cuando alguien hizo algo agradable por ti, llámale por teléfono o envíale un mensaje para darle las gracias. Y si se lo dices en persona, mejor que mejor.
- Propón un abrazo “gratis”, y sin esperar nada a cambio, a una persona que sientas verdadero aprecio y cuando sea realmente apropiado.
- Reconoce públicamente las contribuciones de alguien, ya sea en la oficina, entre amigos y/o familia, en tu blog, en tus redes sociales, etc.
- Haz algo bueno o un favor a alguien sin esperar nada a cambio. Aunque sea sólo un detalle o pequeños gestos que realmente ayuden a la otra persona.
- A todas aquellas personas que se preocupan por tí, dedícales un poco de tu tiempo, escuchándoles o expresando tu apoyo.
- Escribe cartas, postales, u otras notas usando medios tradicionales para demostrar que te acuerdas de las personas que siempre han estado apoyándote y agradeciendo su amistad.
En el ámbito laboral
En el ámbito laboral o empresarial también hay infinidad de maneras de expresar gratitud o reconocimiento. Y este agradecimiento no sólo debe transmitirse a los clientes sino también a empleados, proveedores o partners, prescriptores, etc.
Algunas de estas formas podrían ser:
A clientes externos
- Haz un seguimiento a tus clientes y agradéceles por haber confiando en tu Marca o producto. Por ejemplo, envíales un mensaje por e-mail o de Whatsapp empresas.
- Informa a tus clientes de algo nuevo o útil; organiza seminarios online, envía artículos por email, novedades en productos o servicios que le puedan interesar, etc. Demuestra que te preocupas por su bienestar y sus necesidades.
- Ofrece premios a través de concursos, en especial en las redes sociales, que te permitirán construir mejores relaciones con los clientes.
- Envía regalos y/o notas personales en ocasiones especiales como celebraciones de cumpleaños, aniversarios, fechas importantes, etc. Con ello, les demuestras que es una parte integral del éxito de la empresa.
- Responde a los clientes o influencers a sus comentarios, valoraciones o menciones que hacen en los diferentes medios online (portales especializados, redes sociales, …). Si son críticas contesta con respeto y de forma argumentada a sus quejas e intenta ofrecer una rápida solución.
- Implementa un programa o plan de fidelización para todos aquellos clientes fieles y/o prescriptores.
A empleados
- Agradece personalmente a tus empleados su buen hacer y por el esfuerzo por alcanzar los objetivos o plazos. Un “gracias por la colaboración en el proyecto”, “gracias por tu excelente trabajo”, “es un orgullo trabajar con un profesional como tú”, seguro que les motivarás y lo agradecerán.
- Destaca actividades puntuales en las que ha “brillado” algún compañero, ya sea dentro de una reunión mensual de departamento, seleccionándolo como empleado del mes o publicándolo en canales de comunicación interna, incluso por redes sociales.
- El decir “gracias por tu trabajo” es importante pero será más efectivo decir algo más específico como “gracias por quedarte hasta tarde” o “tu dedicación hace que la empresa crezca”.
- Añade valor recompensando con premios u otros incentivos a tus mejores colaboradores, como por ejemplo;
- un bonus por el buen o trabajo o por la alta productividad y eficiencia,
- un día libre o,
- con algo que pienses le puede ser realmente útil.
Otras formas de reconocer a tus compañeros
- Involucra a todo tu equipo de trabajo en proyectos y/o tareas importantes y argumentales las ventajas que suponen para la empresa y para sus departamentos. Y, sobre todo, ¡agradéceselo!
- Presta atención y escucha a tus compañeros o clientes. Considera sus ideas y sus necesidades o hazles partícipes en la toma de decisiones en el área que les afecte.
- Muestra a través de los diferentes canales de comunicación interna o medios online, los logros de tu equipo o de tus compañeros. Muestra lo mucho que valoras su profesionalidad, su “esfuerzo” y el trabajo que realizan, tanto al resto del equipo como a otros Grupos de Interés.
- Haz sentir bien a los miembros de tu equipo o compañeros y que se sientan valorados a través de diferentes fórmulas de agradecimiento; desde “recompensas informales” a “reconocimientos sin coste”.
- Propón acciones o iniciativas a Recursos Humanos, o a tu superior jerárquico, para desarrollar un Plan de Motivación o Incentivos, no sólo pensando en tu equipo o departamento sino para el conjunto de compañeros y de la empresa.
A otros Grupos de Interés
Por cierto, no olvides también agradecer el trabajo de proveedores, partner o socios, estudiantes en prácticas, etc.
Por lo general, ellos también forman parte de tu equipo, hacen que tu trabajo sea más fácil y te ayudan en los momentos en los que más lo necesitas.
Así que en definitiva, ¡no te olvides de ellos!
Conclusiones sobre el valor del agradecimiento
A pesar de los actuales condicionantes que nos presenta la sociedad, la gratitud es un valor al alza.
Primeramente, porque es una actitud ante la vida que refleja la madurez, lucidez y entendimiento de las personas. Pero también porque se trata de un estado emocional vinculado a nuestras cualidades más humanas que reconoce el aprecio y el esfuerzo de los que te rodean.
La gratitud, una de las claves para el éxito
Así pues, la gratitud es una actitud poderosa. Incluso, me atrevería a decir, una herramienta, que nos permite acercarnos a los que queremos, a nuestros objetivos, a nuestros sentimientos.
Es reconocer el apoyo, la generosidad y/o el esfuerzo que hacen otras personas por nosotros, ya sea en la faceta de las relaciones personales como en el entorno laboral.
Como dice la siguiente cita…
«Nadie logra el éxito sin la ayuda de los demás. El sabio y el confiado reconoce esta ayuda con gratitud» – Alfred North Whitehead -.
Este agradecimiento se ha de hacer sin esperar nada a cambio. Debe ser un gesto sincero y espontáneo para que se perciba de manera auténtica o genuina.
Pero también significa sacar lo positivo de las cosas buenas que nos da la vida pero también supone una reflexión de la fortuna que tenemos cuando nos encontramos con «baches» en nuestro camino.
Así que recuerda que la gratitud es una actitud que adoptamos a lo largo de la vida y que se va afianzando con la práctica.
En definitiva, el valor del agradecimiento es una de las claves para el éxito en las diferentes facetas de la vida. Nos «enriquece» a nosotros y a los que nos rodean, nos ayuda a ser mejores, tanto personal como profesionalmente.
Como decía el empresario y el reputado escritor Brian Tracy…
«Desarrolla una actitud de gratitud y da las gracias por todo lo que te sucede, sabiendo que cada paso adelante es un paso hacia el logro de algo más grande y mejor que tu situación actual» -Brian Tracy-.
Y, para ti, ¿qué es el agradecimiento?
Gracias por seguirme y leerme
Post realizado por © Carlos Valdivieso Moros
Experto en Marketing y Digitalización